Creación de una comunidad energética local en el barrio de Mirasol

Una Comunidad Energética Local (LEC) es un sistema colaborativo en el que vecinos, empresas y entidades públicas producen, comparten y gestionan conjuntamente energía renovable, generalmente solar fotovoltaica en cubiertas, manteniendo los beneficios económicos y ambientales dentro de la comunidad. Al combinar el autoconsumo energético con la rehabilitación de edificios que reduce el consumo, las LEC pueden maximizar el consumo local y dirigir más excedentes energéticos a hogares vulnerables.

RETABIT se utilizó para apoyar la creación de una LEC en el barrio de Mirasol, en Sant Cugat del Vallès, provincia de Barcelona.

Identificación y priorización de edificios para la LEC

Mediante RETABIT Analiza, el primer paso consistió en mapear los edificios en un radio de dos kilómetros alrededor del centro cívico de Mirasol que ya contaban con sistemas fotovoltaicos capaces de generar excedentes. A continuación, se identificaron edificios que podrían beneficiarse de esta energía local, en especial hogares vulnerables o edificios con limitado potencial solar en sus cubiertas. Los técnicos municipales utilizaron la herramienta de polígonos de RETABIT para delimitar el área de estudio, analizando 2.921 edificios.

Para el indicador Renta media vs. Coste del alquiler , se probaron varios umbrales de asequibilidad. Finalmente se seleccionó un umbral del 40 %, basándose en pruebas de la plataforma y en investigaciones que muestran que los hogares que destinan más del 30 % de sus ingresos a la vivienda tienen menor satisfacción vital, con efectos más graves por encima del 50 %. El umbral del 40 % equilibra la inclusión con la identificación de hogares bajo presión económica significativa.

Para el indicador Consumo energético final, los técnicos se centraron en los edificios con mayor consumo, seleccionando aquellos con un uso energético ≥ 200 kWh/m²·año, priorizando así el rango superior de demanda. Este enfoque dirige los esfuerzos a edificios con mayor potencial de ahorro y maximiza el impacto de la electricidad renovable generada localmente y las mejoras en eficiencia.

Para el indicador Potencial de generación fotovoltaica, se seleccionaron edificios en la banda más baja (< 10.000 kWh/m²·año), ya que estos no pueden cubrir totalmente sus necesidades energéticas ni siquiera con paneles solares, siendo candidatos ideales para actuar como consumidores dentro de la LEC, aprovechando excedentes generados por cubiertas vecinas con mayor rendimiento.

Como resultado del análisis, los técnicos redujeron el conjunto inicial de 2.921 edificios a una selección final de 218 edificios residenciales, designados como consumidores principales dentro de la LEC, garantizando que los beneficios de la energía renovable local lleguen a quienes más lo necesitan. Este caso demuestra cómo RETABIT permite una planificación sistémica de la rehabilitación integrando datos técnicos, indicadores socioeconómicos y análisis espacial en una única plataforma. Ayuda a identificar zonas estratégicas de intervención con mayor impacto social y ambiental.

Para evaluar las implicaciones de rehabilitar los edificios, los técnicos municipales diseñaron tres proyectos distintos para los 218 edificios consumidores, usando Retabit Planifica:

  • Proyecto 1: “Rehabilitación integral”
    Una rehabilitación integral que aborda simultáneamente la envolvente del edificio y sus sistemas mecánicos.
  • Proyecto 2: “Rehabilitación de fachadas, ventanas y cubierta”
    Un paquete centrado en la envolvente que mejora el aislamiento en fachadas y cubierta, e instala ventanas de alta eficiencia y hermeticidad.
  • Proyecto 3: “Mejora de sistemas de generación energética”
    Sustitución de calderas antiguas de combustibles fósiles por sistemas mecánicos de alta eficiencia.

Proyecto 1: Rehabilitación integral

Rehabilitación única que aborda simultáneamente la envolvente del edificio y sus sistemas mecánicos. Incluye:

  • Sustitución de ventanas por unidades de madera de pino (U < 2 W/m²K, estanqueidad Clase 4), con acristalamiento doble bajo emisivo y control solar (g = 0,40).
  • Aislamiento exterior mediante un sistema SATE con 60 mm de lana de roca (λ = 0,035 W/mK).
  • Opción alternativa de ventanas de PVC con los mismos estándares térmicos.
  • Sustitución de calderas de combustibles fósiles por bombas de calor aire-agua para calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria."

Estas medidas, combinadas, proporcionan una mejora integral de la envolvente, mayor hermeticidad y electrificación total de los sistemas, maximizando el autoconsumo solar local y reduciendo significativamente las emisiones de carbono.

Proyecto 2: Rehabilitación de fachadas, ventanas y cubierta

Se centra en la mejora de la envolvente (ventanas de alta eficiencia, madera o PVC, y aislamiento de 60 mm en fachada). No se actúa sobre los sistemas de calefacción, pero estas mejoras reducen y estabilizan la demanda energética, sentando una base sólida para integrar energía solar y almacenamiento en el futuro. Esta opción ofrece confort inmediato, ahorro energético significativo y acceso a subvenciones, sin el coste inicial de renovar sistemas térmicos.

Proyecto 3: Mejora de sistemas de generación energética

Propone sustituir calderas fósiles por bombas de calor aire-agua para calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria. Tras las mejoras en la envolvente, esta intervención (≈150 €/m²) electrifica las cargas térmicas y añade controles inteligentes para optimizar el uso durante picos solares o tarifas eléctricas bajas. Aunque sus ahorros energéticos directos son menores que los de las mejoras en la envolvente, reduce significativamente las emisiones y permite un consumo flexible adaptado a la generación solar local.

Comparativa de los tres proyectos

La evaluación muestra que las tres opciones mejoran significativamente el rendimiento energético, aunque con impactos distintos. La rehabilitación de fachadas, ventanas y cubierta reduce la demanda energética en un 27 %, la calefacción en un 36 % y las facturas en un tercio (≈108 €/m²). La mejora de equipos energéticos (≈151 €/m²) reduce la demanda un 30 %, las emisiones un 47 % y las facturas un 68 % gracias a la electrificación mediante bombas de calor y controles inteligentes. La rehabilitación integral (combinando ambas) logra los mayores ahorros: un 47 % menos en energía, 63 % en calefacción, 60 % en emisiones y hasta un 75 % en reducción de facturas, todo ello con un coste total similar. Esto permite inversiones flexibles: desde rehabilitaciones por fases hasta intervenciones integrales, ambas con sólidos beneficios en eficiencia, carbono y costes, maximizando además el uso de energía renovable local.